lunes, 24 de junio de 2013

He vuelto a La Opinión, donde publicaré un artículo todos los viernes, bajo mi nueva sección "Nos queda la palabra. Espero que os gusten.


NOS QUEDA LA PALABRA
LA OPINION DE MURCIA 21 de junio
¡Vamos equipo!
Hace 25 años, cuando, con perdón, aterricé por estas tierras para fichar por La Opinión, en la radio sonaba el Real Murcia-Real Madrid, de tu a tu y cuando el adjetivo tenía connotaciones positivas. Hoy, el Murcia está en Segunda B e investigado por posibles amaños con Alicante, con los que únicamente compartimos la sospecha. Ahora militamos sólo en la Primera División de la pobreza económica y moral.
Es verdad que ya tenemos autovía, pero apenas nos han pasado la pelota para rematar alguna jugada, quizá por no reclamarla con fuerza. Y eso que hemos ensayado, en seco, estrategias para, por ejemplo, sortear la barrera en la falta del AVE. Y al no tocar balón ni sentir los colores, pues en el campeonato nacional el nacionalismo siempre suma puntos, sólo buscamos el lucimiento personal o dejarnos querer por los mercaderes. El árbitro, como mal menor, no nos ve. La tragedia se masca en el estadio. Lo fácil es echarle la culpa al entrenador, cuya ausencia de un plan realista ha degenerado en favoritismo y en un banquillo rebosante. Puede que su objetivo sea otro, pero él no es más que nuestro reflejo.

Aún sin balón ni entrenador y con el árbitro en contra, nos la jugamos. Es el momento de la sociedad civil. Cambiar el resultado no es fácil, pero todos los días hay fútbol. 
Sotorrados

Lo único que tenía que estar soterrado irá tan en la superficie que es posible que se mantenga en el aire, como corresponde a las aves. En las estadísticas de la transparencia -términos que ciertamente pueden ser contradictorios como ocurre con inteligencia y militar- Murcia ocupa el último lugar. En la esfera pública, el torpedeo que supone la corrupción para las cuentas rompe la línea de flotación de nuestro estado de bienestar. Nos gustan, desde la esfera privada, las alcantarillas, el negocio oculto y la ya tradicional economía sumergida. En la tierra que vio nacer el submarino, quizá sea consustancial sumergirse para burlar a la sociedad. Una inmersión que  abarca todos los aspectos de la vida, como el de las libertades. Y si algo emerge, no tengan duda de que es la punta del iceberg, lo que han sido capaces de descubrir, no sin los arponazos de los que viven en la cara oculta, los denostados  medios de comunicación. Ahora pedimos también que se soterre el tren, pero aquí las autoridades nos dicen que mejor en superficie. Si pusieran tanto empeño en dotar de cristalina claridad a la gestión pública y en aflorar el dinero negro o fraude fiscal quizá podríamos limpiar convenientemente todo el subsuelo, convirtiéndolo en detritus para el necesario desarrollo económico y social de nuestra región. Pero, me temo, que nos hundimos. 

sábado, 15 de junio de 2013

La mejor dieta

Con la imagen de los botellines de leche de UNICEF a la entrada del colegio aún en la memoria,  que nos ayudaron a combatir la desnutrición física de la dictadura, toca plantearse ahora cambiar las estancias en el extranjero y los intercambios por programas de acogida de niños españoles en los países desarrollados. De Cataluña (pa negre) a Andalucía (jambre), pasando por la siempre excluida Murcia, son miles los niños que pasan hambre en España, condenados a ser carpanta si la pancarta no lo evita. Los pobres no son conscientes del daño que están haciendo a la marca España, tan refulgente como el oro y el dinero que amasan, en otros países, sus clases más pudientes. En un regreso al pasado más aciago, con Alemania al frente y la religión en las aulas, mientras preparamos el blindaje de las corridas de toros, la lástima es que las pateras que recalen en nuestras costas pensarán que el viento o pensamiento dominante les ha jugado la mala pasada de llevarles otra vez a África. Carnaza para la mendicidad, los niños que podamos colocar podrán disfrutar los dos meses en una burbuja que, maldita sea, romperá el final del estío. Sin nada en la tartera ni en la mollera de los cocineros que sabían la receta para sacarnos de esto, sólo nos falta que alguno de los chefs nos cante los beneficios del ayuno. Gobierno de España. 

domingo, 9 de junio de 2013

Capitulando

No todos los gobernadores son iguales, aunque ambos tengan a su cargo a Barataria. Sancho, con su buen hacer y su sentido común, se hizo querer por parte de los habitantes de la quijotesca ínsula. Linde, desde el banco que le pagamos todos, incluidos sus cerca de 200.000 euros de sueldo anual, castiga a esta valleinclínesca península con su visible falta de información y sus ocurrencias. Tanto es el fervor del que se asienta sus posaderas sobre el mullido sillón del Banco de España que quiere impedirnos hasta que cumplamos la condena vital: "ganarás el pan con el sudor de tu frente". Su propuesta de reducir el salario mínimo nos aboca al hambre. Gran culpable de nuestras desdichas, pues haber quién regula al regulador, se nos aparece como salvador para reclamarnos soluciones vernáculas propias de una Región como Murcia, donde está demostrado que los bajos salarios y la desregulación laboral en nuestros principales sectores, agroalimentario y turístico, no impide que el paro juvenil esté en un 57,2%. Trabajar sin cobrar es lo siguiente y, posteriormente, el derecho de pernada y pagar por trabajar. Bastaría con que se leyera la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, que tienen un carácter universal e incuestionable: “Derecho a un trabajo y a un salario digno”. Y como ni los conoce ni se los va a leer que empiece él a aplicarse el cuento, ya que tanto el éxito de su trabajo (supervisión de las entidades financieras) como de sus recetas (austeridad y austeridad) están a la vista. Puestos a recortar, qué se baje el sueldo (ahorro en el capítulo I), qué no malgaste folios (ahorro en el capítulo II, de gasto corriente), y que dedique todos sus esfuerzos a regular el buen funcionamiento de las entidades financieras, lo que afectaría positivamente a todos los capítulos presupuestarios. Y, si no, que capitule, que se rinda por disparar fuera de tiesto, por ponerse siempre al lado de los gigantes.

domingo, 2 de junio de 2013

De revuelta
Cuando uno vuelve -no queda otro remedio- de convivir con el otro lado, todo se relativiza y más aún con unas noticias que, de forma monótona, se repiten día a día desde hace varias generaciones. La educación, el conflicto territorial, los derechos sociales o el poder de la Iglesia, por no hablar de la reforma agraria o de la forma de Estado son "asignaturas pendientes" que llevamos en el ADN desde los Reyes Católicos. Aplíquese la fórmula a la Región de Murcia y aquí tenemos añadido, por los siglos de los siglos, el agua, las infraestructuras y un tejido productivo que genera paro, precariedad y menos pensiones. Y lo que es peor, no sólo damos pasos hacia adelante o, al menos, nos quedamos como estamos, que es lo que toca reivindicar ahora, sino que caminamos hacia atrás y a una velocidad de vértigo. Volvemos a emigrar, a despedir doblemente a nuestros jóvenes, a adelantar la separación y el adiós forzoso de la muerte, sin posibilidad de dejarles no sólo la tierra prometida sino, tan siquiera, un taparrabos, un simple empleo que oculte nuestras vergüenzas. La de un país, con su Gobierno jactándose de la diáspora, incapaz de ofrecerles un futuro.