viernes, 27 de septiembre de 2013

Salud
El ulular anaranjado de las ambulancias hace tiempo que dejó de sonar. Sólo si habitabas en la ciudad y eras pudiente podías marcar el 112 para avisar al médico de guardia. Como en las cabinas antiguas, la llamada iniciaba la caída sucesiva de monedas por el uso de una sanidad que no hace mucho era gratuita y universal. Sin vacunas ni medicinas, la faz de los hospitales, no sólo la de los hombres, había cambiado. Con títulos luminosos para animar a consumir, la recepción hospitalaria simulaba la de un hotel, con los tpvs, para cobrar con tarjeta, encima del mostrador. Una primera radiografía de tu cuenta corriente diagnosticaba si podías permanecer o no con el tratamiento. Si no merecías ser llamado de usted, el ascensor marcaba irremediablemente el sótano, cercano a la morgue. Si tenías posibles, la azafata pasaba a enseñarte las habitaciones con una sonrisa. Los órganos también estaban a buen precio, pues la oferta era inmensa. Los despachos de los trajes grises habían arrinconado a los blancos que por las tardes, en la clandestinidad, curaban a los, antes denominados, ciudadanos. El humo de la cocina se entremezclaba con el del crematorio en una gris época, donde las personas tenían un precio. Todo comenzó cuando no hubo ni sangre ni un simple acto reflejo ante el pinchazo y la tijera. Salud.

Nos queda la palabra  / LA OPINIÓN

domingo, 22 de septiembre de 2013

El libro de PPt

No es verdad que el ministro Wert siente doctrina, aunque a él le gustaría. Antes de que estudiar se convierta en un milagro, algo sólo al alcance de unos pocos, será preciso cambiar el sesgo y signo que imprimen las administraciones, por decir algo, educativas. No es cierto que sea el signo de los tiempos. Al menos de estos tiempos, del siglo XXI, donde la riqueza de las naciones se mide por el nivel de la educación pública.
Ahí van algunas de las fórmulas que, a golpe de regla, quieren grabar en nuestra piel, conscientes, todavía, de que sin educación sólo se siembra pobreza y desigualdad. Es el libro de PPt:

-Educación = +Riqueza; +Alumnos = -Profesores; + Pobreza = - Ayudas; +Hambre = -Menos comedores y encarecimiento del menú; +Paro = -Acceso a la educación; -Salario = +Precio de los libros; -Educación privada = +Educación privada; +Recorte de profesores y de dinero para la educación pública = +Calidad; +Tasas = +Igualdad de oportunidades; +Segregación = +Ayuda pública; +Uniforme = +Libertad; +Religión = -Ciudadanía; -Humanismo = +Economicismo; -Música = +Ruido; -Geografía = +Aldeanismo; -Historia = + Ceguera; -Ciencias Naturales = +Mierda; -Filosofía = +Encefalograma plano; -Lengua = +Palabras huecas; - Matemáticas y más mates para todos aquellos que no puedan costearse los estudios. 
EL PAJARITO

viernes, 20 de septiembre de 2013

Apeados
Como en otros tiempos, el tren y el avión no sólo llevan retraso sino que salieron de cuentas hace décadas. Tantos anuncios propagandísticos anunciando que iban a salir a la luz y aún permanecen en el más oscuro túnel de los incumplimientos, abortados por la incompetencia. Y ya es conocido qué ocurre cuando no se coge el tren a tiempo, que no se avanza. Llegan tan tarde que incluso han superado el futuro, pues las teorías actuales aconsejan una comunicación ferroviaria de cercanías para articular el interior y aeropuertos, pero no necesariamente al lado de casa, para los viajes a mayor distancia. A trancas y barrancas, con las traviesas de la palabrería hueca siempre presente, el AVE recalará en Murcia cuando ya se buscan alternativas por su bajo uso ciudadano; mientras la apertura de un aeropuerto nos aparece casi como extemporáneo, pues ya no se cortan cintas, y más si nos va a costar sangre, sudor y lágrimas. Es como cuando la bicicleta no nos llegó hasta los 22 años…tras toda la vida pidiéndoselo a los Reyes Magos.  Y hablando de dar pedales, sonroja que Murcia intente aparecer como abanderada de la bicicleta cuando otras ciudades caminan a años luz en el uso ciudadano de las dos ruedas. Tan llana, y con un tiempo inigualable para la práctica del ciclismo, Murcia camina descolgada. Como en todos los tiempos.
Nos queda la palabra  / LA OPINIÓN

lunes, 16 de septiembre de 2013

Devuélveme la vida
Lo que nos temíamos ha ocurrido. No se trata de un nuevo incumplimiento electoral. Que eso ya lo teníamos descontado, como se define en la jerga económica que estamos obligados a manejar. Los años de pervivencia serán un ingrediente esencial a la hora de elaborar la receta matemática de la pensión. Aparte del tiempo, la fórmula, más lesiva que la coca cola, también incluye los factores de gravedad (los recortes en la Seguridad Social son vitales para reducir el número de jubilados) y espacio (los viejos vuelven a casa tras perder la guerra de la in-dependencia), Cuanto más viva, peor para usted. O sea, ahora te abonarán menor pensión si insiste en ver cómo pasan las hojas del calendario. Unas perricas que corresponden a lo que usted ha cotizado anteriormente porque, a menudo y tan menuda, se olvida que la pensión es un derecho y no una gracia del Gobierno de turno. En  este caso, desgracia porque un Ejecutivo que, como cualquier purgante laxativo, te las hace pasar canutas con su in-gestión implica que cuanto más sobreviva peor para usted. Y en el caso de algunos gobiernos no sólo te amargan lo poco que te queda sino que te retrotraen a otras épocas. Esto es, te restan años. Convertidos en simples números, no es extraño que la esperanza de vida disminuya.  
NOS QUEDA LA PALABRA / LA OPINION