lunes, 21 de julio de 2014

NPI
Estimados señores del FMI: El problema no es el SMI. Los ni-ni, que según ustedes sólo se dedican a jugar a la play y a la wii, trabajan sin mirar el sueldo ni el reloj, sin fin. Sus horas las cobran, con suerte, a un pitiminí. No se entiende, por tanto, su obcecación en reducir aún más el ya salario mínimo para, según sus grandes cabezas pensantes, reducir el desempleo juvenil, que en España y Murcia se cuenta de mil en mil. Si, además, al mínimo salario se unen los incentivos a la contratación, la reducción de las cotizaciones y la flexibilidad a la carta, sin indemnizaciones o cualquier mejora afín, su empleo no depende, parece, de rebajarles aún más su nulo pedigrí. Ni tampoco de su perfil, pues su contorno no presenta aristas para bajar, cuanto sea preciso, la cerviz. Ustedes, sin embargo, no cejan, con la imputada Christín a la cabeza, en insistir una y otra vez, en disminuir, como si fuera posible, el SMI. Y todo ello con España a la cola, junto con Portugal y Grecia, los otros pigs, compartiendo la miseria de la austeridad más ruin. En vez de condenar a una generación a sobrevivir, utilizando en otro cuerpo el bisturí, lo primero que, quizá, habría que concluir es que de nada sirven las recetas del FMI. El aceite de ricino que nos obligan a ingerir no nos ayuda a crecer ni a resolver el problema del paro núbil. Eso sí, no nos queda otra que, ante tamaños disparates, sonreír y rezar para que sus consejos les termine por autodestruir porque ustedes gozan de unos sueldos que ya quisiera para los jóvenes y también para mí. He llegado al fin sin hablar del PIB, que es donde realmente hay que incidir.  
NOS QUEDA LA PALABRA / LA OPINION DE MURCIA 19 de julio

Bienvenidas
Dos nuevas emprendedoras han eclosionado en nuestra familia. Ambas se llaman Valeria, que hasta los nombres de moda están impregnados del sentido monetario que nos inunda, aunque en este caso responde al valor que han tenido sus progenitores. A la contra de la caída de la natalidad, estos jóvenes inconscientes han preferido seguir los dictados de la naturaleza y alumbrar nuevos seres y, para más inri, españoles. Vinieron llorando a esta tierra árida del sureste, que no ha parido una buena noticia colectiva desde tiempos inmemoriales. Desde un principio, sin dar aún el primer paso…hacia el banco, mostraron su enternecedora cara emprendedora,  que es lo mejor que les podemos desear dada la deriva del mercado laboral. Ojalá no tengan un trabajo fijo, donde se mueran en vida sin posibilidad de disfrutar de días de licencia ni por el suyo ni por cualquier otro fallecimiento. Espero que encuentren también el sentido de la existencia, constreñidos como estamos a un pensamiento único que gira en torno al dinero, principio y meta de un declive sin fin. Que den a luz nuevas ideas que les haga mejores que las anteriores generaciones, frenando el descenso a las tinieblas de estos principios de siglo. Mejores por haber sido capaces de recuperar, en armonía con el mundo, la ciudadanía, igualdad y justicia social. Y que, por supuesto, tengan retos más ambiciosos que intentar poner todos los días la mesa frente a un televisor desde donde el soniquete público nos convierte en clones de la oveja Dolly para, sin salirse del rebaño, obedecer, sin gimotear, a los pastores. Ánimo Valerias, no dejéis que el futuro se siga escribiendo con renglones torcidos.

lunes, 7 de julio de 2014

Salud
Sabe que en ello le va el plus salarial y la posibilidad de seguir dirigiendo el hospital tras su privatización, por lo que no duda en afinar su bisturí para cercenar, con la coartada de las vacaciones, el máximo de plantas, siguiendo la receta de los hombres de azul. Hace tiempo que dejó de preocuparle el bien común y únicamente recala en el suplemento que, por recortar gasto, adorna su nómina cada año. Desconoce, sin embargo, que enfermos, familiares y personal sanitario aprovechan el largo día que marca el solsticio de verano para preparar la contraofensiva e impedir el cierre de las dependencias. “Este año no nos moverán”, resuenan las desconchadas paredes con blanca esperanza, que reluce aún más por la decisión firme de los pacientes y trabajadores de defender, cama por cama, el Estado de Bienestar. Tras el último zumo o café con galletas, cuando la luz roja apaga el trasiego de los pasillos, las ruedas de las camas, sillas y soportes de donde cuelga el suero taponan las entradas.  Por el resquicio de las capadas ventanas recobran la vida lanzando sus proclamas y versos en la cálida noche. No son números, recuerdan, exhibiendo la noticia que habla de la reducción de 30.000 empleos en la sanidad pública durante los dos últimos años. Con el día, con la marea, los que pueden salen a la calle a protestar mientras el resto se queda de guardia para que no se cuelgue el “cerrado por vacaciones”. Por la tarde, sobrados de corazón, tienen previsto asaltar las plantas nobles donde se encuentran los despachos para, sin anestesia, trasplantar el cerebro, si lo encuentran, de los que sólo buscan dar la puntilla al sistema público de sanidad. En Belltvige han logrado mantener abiertas las tres plantas amenazadas. En La Arrixaca se ha reabierto la sexta un día después de ser clausurada. En Elche, hasta la concejala de Sanidad del PP ha dimitido por la degradación del servicio sanitario en verano. Ahora si merece la pena vivir. Salud.

miércoles, 2 de julio de 2014

Cuéntame un cuento
Erase una vez que se era un lugar, antaño alegre, donde iban desapareciendo los enanos por la caída de la natalidad, las princesas se convertían en ranas y hasta el cuento, tras cerrar los ojos Ana María Matute, estaba de luto. En este país del siempre jamás, la niña que huía de la niñería nos iluminaba con su magia sin ocultar la cruda realidad. Las hadas madrinas son centros de Caritas que, como setas, surgen por todo el país y a cuya inauguración acuden, con piel de cordero, gozosas autoridades inanes y expertas en fabular, pero incapaces de saciar el hambre y el alma. Los caballeros no son de leyenda sino personaje frikis como el que, de nombre Soria aunque es canario, tizna el sol y el turismo de negro husmeando petróleo y gas. Con sus mares repletos de medusas y de cantos de sirena que a nadie engatusan,  y la tierra rezumando ratas; los habitantes de lo que fue un frondoso bosque, con patitos feos en sus hermosos lagos, se muestran inmunes a la corrupción y al desatino. En genuflexión permanente, como buscando migas con las que retroceder a un tiempo mejor desde el que sólo sea posible avanzar, sufren al ogro mayor de un reino que está empeñado en ser el envés de Robin Hood, hurtando a los pobres para agasajar a los ricos. En este terror que nos impide conciliar el sueño; niños, jóvenes y adultos observan como, al igual que los hospitales y centros de salud, se cierra sobre ellos un infeliz “colorín colorado”.