sábado, 11 de noviembre de 2017

Mundo, demonio y carne
El mundo es un moquero. En uno de nuestros mejores rincones gastronómicos de esta apartada orilla que es la Región de Murcia coincidieron en la noche del jueves el poder económico, religioso y político. Una delegación india al más alto nivel, antesala de la visita de su embajador a estas lejanas tierras, husmeaban la posibilidad de hacer negocio en torno a una mesa donde no faltó el té. Si en algo destaca nuestra economía es en su capacidad de internacionalización, por lo que la India es un suculento manjar, con coincidencias tan apreciables como la capacidad de nuestros respectivos ríos, Segura y Ganges, para la flotación de seres muertos, dicho sea de paso. Otro aspecto indiscutible en el que estamos a la cabeza, o nos lleva de cabeza, es nuestro evidente carácter pecador, lo que explica la soberana influencia de la iglesia en nuestra sociedad. No habrá otra tierra menos prometida que la nuestra a tenor de las campanadas, incienso, misas, procesiones, cofrades, sacerdotes y otras instituciones académicas clericales. Hasta 12 sacerdotes y un seglar acompañaron a Rouco Varela a la cena del citado mágico día, que no sería la última porque a lo largo del fin de semana tenemos la suerte de celebrar en Murcia el Congreso Internacional de Cofradías. Y hablando de carne no hay nada más magro ahora que el tema catalán, por lo que nuestro célebre restaurante también acogió a Josep Borrell. Si en exportación y religión somos líderes, en el asunto nacionalista mantenemos una posición clara de oposición para frenar cualquier avance de la frontera. No creo que el bueno de Borrell, que en el tema del agua actuó con tanta sensatez como lo hace ahora desde el Paseo de Gracia -maldita la gracia- viniera a concitar el apoyo al actual modelo de Estado pues la nuestra es tierra ya conquistada para tal fin. Mundo, demonio y carne, por tanto, se encarnaron en Murcia, tierra de apocalipsis y pecado. Esperemos que sea de buen provecho.

sábado, 14 de octubre de 2017

Galos

Están locos estos murcianos, que cada segundo día de la semana, el que conmemora al  dios de la guerra, se levantan para reclamar una calzada soterrada. No ha habido legión, cónsul ni general honorario enviados por César capaces de doblegarlos ni aislarlos con elevadas murallas. Al final ¡sea! han sonado las trompetas del imperio, especialistas en convertir las promesas en cantos de sirena. Ver y tocar para creer ante tanto profeta. Ya que sumus, nada nos impide aprovechar la algarabía para reclamar nuevas vías, no sólo las que llevan a la capital sino las que deberían conectar a todas las aldeas de nuestra ínsula. Al fin y al cabo son pocos los patricios que vuelan alto y muchos los plebeyos, por lo que no estaría de más conseguir del emperador -ocupado ahora en no perder territorios por su desidia- caminos de ferrum para conectar correctamente Murcia con Cartago Nova y Elicroca o todos los pueblos del Noroeste y del Altiplano, además de sus diferentes núcleos poblacionales. Reforzar las vías augustas, las grandes arterias, pero impulsando también las ramificaciones a las poblaciones más cercanas, que son las que utilizamos el vulgo. Podríamos, de esta forma, mantener los días de gloria, donde el nombre de Murcia ha resonado en todos los rincones, haciendo temblar las columnas de Matric. Pregoneros de toda Hispania, como el conocido Buenafuente, glosan la hazaña de los nuevos galos, capaces de demostrar que la presión popular proporciona los mejores frutos. ¿Y si plegamos, qué tenemos? Vuelta a la corrupción, a los recortes en sanidad y educación, a la falta de agua, al Mar Menor…que, por unos días, se han mantenido soterrados. ¿O bien cabe pasar página y enarbolar los temas citados, verdaderos estrangulamientos también de nuestro bienestar? No caerá esa breva sino las cabezas que se atrevan a intentarlo. ¡Ave César! El camino parece despejado, pero también está claro.

NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 14 de octubre.

sábado, 7 de octubre de 2017

Otoño

Más al sol que a la sombra, solos o únicamente con sus cuidadores, los abuelos ocupan al mediodía los bancos de Alfonso X. Por la noche, sirvieron de cama a los indigentes que malviven y malduermen en la oscura ciudad, con sus escasas pertenencias a cuestas. Al dar las 10, éstos desaparecen para SOStener su cartel en las esquinas del centro. Más tarde, surgen de los portales los otros huérfanos, viejos que buscan un rayo de luz para sentirse vivos. Es una suerte que algunos lleven su silla de ruedas porque no hay  suficientes asientos, con el Rey sabio ocupando su trono. Ni sus hijos ni las autoridades piensan en ellos sino en cercar la arteria con cientos de sillas de las terrazas. Entre los mayores hay un pacto no escrito para repartirse el espacio. Muy difícilmente cambiarán de banco pues, tras visitarlo cada amanecer, forma parte ya de sus vidas, por lo que los días con hueco son días de duelo. Esta semana alguno más ha comprado el periódico, que comenta con su cuidador ecuatoriano, ducho en atenderle en todas sus necesidades y, preocupado, incluso, de seguir la tediosa actualidad regional y nacional. Otros, más solitarios, prefieren hacer uso del regalo que le hicieron sus nietos en su último cumpleaños, una pequeña radio con auriculares, que se transforma en el hilo que les mantiene unidos al mundo. Difícilmente se genera un debate, escépticos sobre el futuro. Hoy, sin embargo, observan una manifestación donde brillan canas como las suyas. Son nuevos y viejos sindicalistas que reclaman pensiones dignas en una marcha que les lleva de Murcia a Molina. No faltan quienes, al paso de la comitiva, esgrimen una sonrisa o un intento de aplauso. No llevan banderas sino un paso firme, aunque como sus correligionarios, que les apoyan desde las aceras, saben que, si ellos no lo remedian, son tiempos de poda. Más tarde, al humo de la calle Pérez Casas los bancos se convertirán en barras improvisadas de botellón, alcohol para olvidar el presente. Testigos del declive, los bancos del tontódromo ya esperan el paso alterno de la población invisible. Todo fachada, la Delegación del Gobierno, ubicada en el propio bulevar, no alberga con su sombra a los pobres, viejos y jóvenes sino que los cubre, con su fatal manto, de desigualdad, olvido y reforma laboral.  Otro día contaremos las noticias.

NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia, 7 de octubre

sábado, 30 de septiembre de 2017

Espera un poco, un poquito más

Dice el tango que 20 años no es nada. Digo yo que el tongo podrá esperar 20 días más para hacer realidad su sueño o, más bien, la pesadilla. Qué el soplo que, con la frente marchita, le ha dado a Cataluña podrá esperar tres semanas para que la Nueva Condomina acoja el gran Murcia-Barça de la Copa del Rey. Para una vez que nos toca la lotería de ver al Barcelona por este reino no nos hagan la jugarreta de abandonar la competición. Les juramos que no les robaremos ningún bombo. Aunque sea por última vez, solidarícense con la España de Segunda B, transfiriendo fondos para nuestra supervivencia, encarnada en su expresión máxima por el fútbol patrio. Deporte rey que, con permiso de las diferentes banderas, es el principal emblema de todos, vistan la camiseta que vistan. Estamos tiesos y no estaría mal que nos agradecieran la contribución de los miles de murcianos emigrantes a lo que fue hasta ayer Cataluña, ya que hoy se muestra irreconocible. Ya sé que el fútbol en su base es muy popular, pero en sus alturas es un negocio puro y duro de cuatro, tal y como es visible en nuestra Real Federación o en el no menos Real Murcia. Háganlo porque quizá bajando hasta aquí, que ya es descender, están apoyando implícitamente la candidatura real para Froilán, conquistado por una murciana. Yo ya me ha apuntado al Partido Froilanista, los independientes gallegos que reclaman el trono para el hijo de Marichalar y la infanta Elena. De independiente a independiente y yo también me tiro por la pendiente. Háganlo por Pedrito, ex del Barcelona y de su mujer que ahora abraza a una joven de Beniaján. O sino por Piqué, inmerso en rumores de crisis matrimonial, antecedente de un próximo noviazgo con una zagalica huertana. Habrá que verle bailando la jota mientras entona la parranda, de ritmo y letra mucho más atractivas que Sakira. Una vida sin fútbol es como el plan que nuestro irreal Gobierno está preparando ya, desde el banquillo, para atender la tercera edad sin incluir la ley de dependencia, mucho más importante que cualquier independencia.

NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 30 de septiembre de 2017.

domingo, 24 de septiembre de 2017

Entre Espuña y España

Mi amigo Nono sabe más que yo. Yo sólo le recomiendo que con ese nombre no vaya ahora a Cataluña y él me da una lección sobre lo que está ocurriendo con los arruís en Sierra Espuña, que eso sí que es un conflicto territorial. Hay quienes quieren dirimir el conflicto a tiros y hay quienes esgrimen la necesidad de convivencia. Unos lo consideran especie invasora y otros benefactora. Y por encima de todo está una Ley de ámbito nacional que regula sus condiciones de existencia tras una sentencia del Tribunal Supremo. Legislación y jurisprudencia a la que se opone el Gobierno y el Parlamento murciano. No llegaremos al referéndum, pero no me dirán que el animal daría también para más de un telediario. Quizá por sus cuernos prominentes o porque lo da esta tierra, en los 50 años que llevan estos ” charnegos” entre nosotros se han multiplicado. No son tan históricos como algunas comunidades, pero desde luego ocupan ya un lugar esencial en su territorio, adaptándose incluso a la visita de los excursionistas. A mi suegra, mis cuñados y demás familia nos saltaron delante y posaron con gran elegancia para nuestro objetivo. Son, sin lugar a dudas, la guinda de la reforestación que el gran Ricardo Codorníu, nacido en Murcia aunque de origen catalán, realizó en Espuña. Amenazados ahora por el Estado  y por los jueces, que los mantiene en el Reglamento de Especies Exóticas Invasoras, desde Murcia se pide la amnistía  e independencia para la comunidad de muflones. Puede que, como dicen excelsos científicos británicos, causen daño al ecosistema, pero nunca alcanzará la magnitud de otras actitudes que desgarran totalmente el sistema y no por una cuestión social sino por una bandera. La naturaleza es sabia y hay voluntad de diálogo. En otros escenarios no abundan ni los sabios ni el diálogo. Sólo las cornadas de jefes de la tribu incapaces de dar una solución o un paso atrás. Yo con mi colega Nono no puedo más que, a pesar de su apellido, estar de acuerdo.

NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 24 de septiembre de 2017

domingo, 17 de septiembre de 2017

Más madera

Cómo se nota que estudiaron en un colegio de pago y no en uno como el del Llano del Beal, que se erige sobre una base de plomo y metales que sufren ahora  los descendientes de aquellos mineros en huelga, que también recibieron lo suyo, por reclamar el fin de la semiesclavitud en la Sierra Minera. Tanto el alcalde de Murcia como el también flamante ministro de Fomento no comprenden que haya murcianos que se lancen a las vías para defender sus derechos. El primero entiende que ese tipo de manifestaciones no se corresponde con los genes de los murcianos, en los que sólo cabrían los actos movidos por la fe, como la que nos piden las autoridades populares durante los últimos lustros en relación al AVE. No sabemos qué consideración le merecerán aquellos cientos de vecinos que se desviaron, nunca mejor dicho, de la Romería para acompañar a la calaña que reclamaba un proyecto racional o soterrado para la entrada del tren en Murcia. A la hora de expedir certificados de murcianía, el Ayuntamiento parece tenerlo claro. Con respecto a Madrid, que no sabe siquiera cómo llegar a una Región que mantienen en vía muerta, al señor De la Serna le da lástima que haya familias enteras sobre las traviesas, incluyendo a los pobres niños. No comprende cómo hay padres que dan ese ejemplo a sus infantes, sin caer en la cuenta de la enseñanza que proporciona el Gobierno al que pertenece en materias como, entre otras, la honradez y la verdad. Igual lleva razón que la mejor educación para los jóvenes es agachar la cabeza y buscar, como único objetivo vital, el beneficio propio pasando por encima no de las vías sino de sus semejantes. Por supuesto, de los escolares que tienen sembrado de minas su colegio en El Llano ni siquiera se ocupó. Es más beneficiosa la contaminación del desarrollo salvaje que la contaminación del inconformismo. Lamentablemente, aunque en la Región de Murcia estamos a la cabeza en colegios privados me temo que todos vamos a terminar en la vía, buscándonos la vida.
NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 17 de septiembre de 2017

domingo, 10 de septiembre de 2017

Abre la muralla

Tanto esperar y no sólo no lo soterran sino que nos construyen un muro que aisla aún más al extrarradio. Cuestión de billetes, los mismos que separan a los ciudadanos en función de si pueden tomar o no el AVE. Toma que toma y, a nivel oficial, promesas de que todo se retoma en un infinito bucle amurallado. Quedamos a la espera del ingenio de los ingenieros, las subcontratas y, ante todo,  del mando de ADIF, tan rápido en buscar apaños y atajos de imposible recorrido. A ver qué maravilloso parapeto erigen, un pantallazo que igual es ideal para acompañar los proyectos de alta velocidad que España intenta vender a la Meca y a Estados Unidos. Si los amigos de Israel tienen ya el muro de las lamentaciones; justo es que Arabia, allá o alá, tenga otro igual que, procedente de Murcia, esté salpicado, asimismo, de sollozos y llantos por los múltiples cabezazos que llevamos en  la larga penitencia del AVE. Y qué decir de los puntos que ganaríamos ante Trump si le presentamos un AVE con un muro incorporado. Ya saben, Murcia como campo de ensayo, tal y como fue Guernica e inmortalizó Picasso a través de otra ave. Enterramos la muralla que rodeaba Murcia, en una actuación vergonzante contra nuestro patrimonio, y levantamos pantallas de metacrilato para enterrar a Murcia. En eso consiste el progreso, encarnado por un AVE en cuya construcción, realmente, hay personas que han progresado y, por ello, están cerca de ir a la cárcel. Ya lo tenemos claro, no será ni la fortaleza de Murcia ni tampoco la muralla de Ávila, que integra a toda la ciudad. Tampoco la China, saltada inteligentemente por los productos hortofrutícolas murcianos. Más bien se asemejará a los bidones oxidados y sacos terreros que parten en dos Nicosia, la capital de Chipre. Allí, los casos azules de la ONU evitan el enfrentamiento. Aquí, un reducto de valientes vecinos mantienen las antorchas en alto desde su campamento, mientras la inmensa mayoría prefiere seguir en el andén, ajenos a cualquier viaje que exija, como única maleta, el compromiso.  
NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 10 de septiembre de 2017.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Bajo el mar

Como la pescadilla que se muerde la cola, el fin del homo sapiens, si todavía queda alguno, será volver al mar en forma de pez. Nos sumergiremos en la oscuridad, si es posible superar la que padce un mundo enganchado a la red de la postverdad. Perderemos las extremidades –que tanto juego dan en las tertulias postatentado_ y a rastras, como ya se mueve la mayoría tenga nómina o no, daremos el último paso hacia el fondo. Bajo el agua, ya no habrá más móvil que la pervivencia de la especie, afanándonos en crear bancos de pececillos como única inversión de futuro. Lejos quedarán otros bancos, como los del agua u otros supuestamente más sólidos, que permitieron la supervivencia en una tierra ya convertido en un desierto que ardía por sus puntas, como las que se propagaba desde el sureste español. Los laboratorios alimentarios a los últimos de la especie humana, que mantuvo su primacía a pesar de la revolución robótica. Tras unos siglos donde el gen del emprendedurismo alumbró el tercer sexo, aquel que se lo hacía todo a uno mismo en los más diferentes e innovadoras posturas, los hombres y las mujeres se convirtieron en residuos sin fecha de caducidad merced a los implantes y trasplantes que los mantenían como reliquias del pasado. A la hora de la ya obligada siesta, el canal único del trasnochado televisor mantenía los documentales que revivían paisajes ya imposibles. Aquel que fuera capaz de mantener los ojos abiertos ganaba los únicos minutos de desconexión permitidos, pues el Gran Hermano ocupaba todas las retinas y mentes. Hasta de Google se había borrado cualquier referencia etimológica y política de la democracia. Las masas, convencidas de que era inútil el compromiso porque todos los políticos eran iguales, habían tirado la toalla sin saber que la misma serviría para atársela al cuello. Entre proclamas xenófobas y fascistas surgió un salvador que se hizo con todo el planeta, llevándolo a la deriva. Felices fiestas.

NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 2 de septiembre de 2017

domingo, 30 de julio de 2017

Carpe Díem
En el imperio romano no había tertulias televisivas, pero se mataban por un quítame allá estos polvos. Vivían el amanecer como si fuera el ocaso y por ello disfrutaban de los escasos momentos de pax con grandes bacanales sobre el precedente del sofá, que no daba a ninguna televisión sino a un espectáculo real. Carne, vino, fruto y garum de Cartagena aderezaban el triunfo de cada batalla que, además, revertía al pueblo a través de los tesoros arrebatados al enemigo. Dos mil años después, un vistazo a los actuales emperadores, como Trump o Putin; o a Hispania, donde el botín no sólo no se reparte sino que se sustrae de los súbditos, nos llevaría a un circo maximus al que no se quiere encaminar este artículo, pues es el previo a unas augustas vacaciones. Lo lamento por Cristina Cifuentes, que entiendo no se ha recuperado del golpe que sufrió tras caer de su carruaje, pero yo me voy a tomar unas vacaciones como obligado descanso del guerrero y ojalá fuesen legión los que me acompañaran, pues sería signo de pleno empleo y bienestar. Mirando el horizonte desde mi atalaya, no veré más que un mar tranquilo que acariciará mi mente en blanco. Un buen libro me llevará aún más lejos y el disfrute de los manjares será completo si estoy en la mejor compañía, la de mi familia y amigos. Risas de agosto como si no existiera un mañana, en el que los sentidos cobran su función en comunión con la naturaleza. Apaguen el móvil y el despertador, enciendan su espíritu y a vivir que son treinta días. Ya llegará la hora de enfundarse el traje de guerra y de esquivar tanta postverdad. Ahora basta con un bañador o a cuerpo descubierto, que los romanos, aunque alguno lo piense, no estaban locos: Carpe Diem. Aprovecha el momento.

domingo, 23 de julio de 2017

Prohibido prohibir


Estamos de estreno. Nuestra urbanización de la playa luce ya, encendidas, diez cámaras de vigilancia que rodean todo el perímetro. Son las guindas que salpican una valla de más de dos metros que se sostiene sobre un muro algo menor. Con cuatro puertas macizas de acceso, coronadas por puntas de lanza afiladas, ya se ha previsto pedir presupuesto para contratar vigilantes de seguridad. De cine son también los focos que, en zigzag, barren la plaza para que ningún niño juegue fuera de hora o se le ocurra chutar con la pelota o pasear en bici, que son prácticas expresamente prohibidas. Grandes carteles en el propio parque y en la piscina, encabezados por la señal de prohibido, enumeran la lista de pecados mortales, que hace más fácil respirar debajo del agua que fuera. Ahora la presidenta de la comunidad, que es de Madrid, quiere estampar una estrella en todos aquellos que se tomen vacaciones sin destacar su carácter voluntario y su amor absoluto al trabajo. Si fuera por ella todos deberían trabajar más que la Guardia Civil, presa de la frenética actividad a la que le condenan los populares políticos. Ni jamás ni hamás hasta ahora ha habido un robo o un atentado en mi urba, pero seguro que las grabaciones nos van a dar para muchas películas de risa, pues hay vivales a los que se les notará que a altas horas, cuando debía de imperar el estado de sitio, vienen excesivamente contentos; descubrirán a los calenturientos que buscan algo más que vecindad con otras parientas; y, por supuesto, nos permitirá desvelar quién infringe las reglas o, armado con un espray, va pintando en el suelo frases como «La vida es bella». Extramuros, pudiera parecer que traspasábamos las puertas de San Pedro para encontrarnos con el cielo, pero la autoridad ha dictado un bando que impone sanciones por practicar nudismo, orinar en el mar, no vestir con decoro en el pueblo, sacarse los mocos de la nariz, cantar y, por supuesto, criticar al alcalde. Lo único permitido es realizar vertidos y construir allá donde haya un hueco, ensuciar el agua y enladrillar el paisaje, 'chiringatear' la playa o convertir tu vivienda en un zulo, valla sobre valla hasta exclamar ¡vaya! por tanta estupidez. Yo he alquilado un apartamento para rememorar la clandestinidad al grito de «Prohibido prohibir». No sé si saldré vivo, pero lo que tengo claro es que nadie podrá entrar a rescatarme.

domingo, 9 de julio de 2017

Desconectando

Ganamos autónomos todos los días. Crecen como setas aunque no caiga una gota. Tanto o más que los contratos laborales, que cada hora se multiplican, dividen y, por supuesto, restan estabilidad a jóvenes y mayores. Todos precarios y autónomos. Porque no conviene abusar y unas cuantas miles de cosas más celebro que la autonomía no llegue a las costas gracias a nuestra Asamblea Regional, que ha parado el montaje de las grúas cuanto ya se adivinaban en el horizonte. La Comunidad no podrá privatizar aún más nuestro litoral. No queremos más autogobierno, lo que dice mucho de nosotros y de los que, por nuestro mandato o culpa, nos gobiernan. Es más, si nos dieran a elegir en, con perdón, un referéndum igual renunciábamos a la autonomía para gozar, sí gozar, del nivel medio nacional de los servicios públicos, por no decir de los cánones de paraísos como el País Vasco. Mientras los catalanes reclaman la independencia, los murcianos huimos de nuevas competencias. Aquí no nos haría falta ni artículos 155 ni urnas. A mano alzada votaríamos a favor para acabar con la sequía que padecemos en educación, sanidad, pensiones, atención a mayores, inversiones…cayendo en brazos del Gobierno central para que, al menos, asumiera nuestro déficit. Mientras Cataluña sueña, como atacada por una insolación, por la independencia como solución a su economía y a sus casos de corrupción; Murcia con la dependencia conseguiría aumentar su estado de bienestar y, encima, trasvasar su déficit a Montoro. España perdería a Cataluña, pero ganaría el cariño aún mayor de Murcia. Y puestos a hacernos querer, no hay color entre la butifarra y nuestras morcillas. Como no lo hay entre la nova canço y el trovo. O entre la Sagrada Familia y nuestra Catedral, acabada e, incluso, rematada con una hermosa cadena. Ya sé que ellos tienen otro seny más serio, algo más de industria, un deporte y una cultura de base y no de clase, una sociedad civil más articulada, unas infraestructuras y unas ciudades con aire europeo y, ante todo, un bienestar que ellos reflejan como malestar cuando ya lo quisiéramos nosotros. En fin, es hora de desconectar.

domingo, 2 de julio de 2017

Falo de Cabos


No tenemos aún las competencias en Costas y ya se ha privatizado el Faro del Cabo de Palos, uno de los signos más enhiestos de nuestro patrimonio marino. Imagino, gracias a mi mente calenturienta, que ahora se convertirá en un gran falo que envuelva un anuncio de preservativos. Todo un orgullo para los murcianos pues los turistas pensarán que en esta tierra sí importa el tamaño, como si fuera la Archidona cuyo cipote recorrió el mundo gracias al Nobel. Sin necesidad de subir a montículos ni trazar curvas, será emocionante verlo firme contra el viento y la marea. Desde abajo, porque de tú a tú, mirándole a los ojos, ya no podremos hacerlo si no es pagando. Su luz sólo salvará ya a los más ricos, aquellos que exhiban un gran barco de recreo y putiferio; mientras los náufragos nos tendremos que conformar con su sombra si no cobra. Será como una gran exaltación primitiva que se abrirá entre las aguas para mostrar cuan bella es la publicidad y cuanto bien hará el dinero privado a nuestro paisaje público. No faltarán feministas que quieran abordarlo e, incluso, derribarlo porque ciertamente pasaron los tiempos en que un gran miembro masculino guiara el devenir. No parece que haya mayor placer, sin embargo, para algunos políticos que privatizar hasta el aire. Qué éxtasis encontraran en follarnos a nosotros y a sí mismos, convirtiéndose en masturbadores mayores que el que pintó Dalí. Chiringuito aquí, terrazitas sobre el paseo, campos de golf, urbanizaciones en parajes naturales, mercadillos a subasta, vallas por doquier y agresiones a tutiplén. Sin brújula, la costa murciana se convertirá en un gran escaparate de las bonanzas del capitalismo con un faro que será su punto de referencia. Acaban con la filosofia, aquella que sostenia el Faro de Alejandria, cuya base era una biblioteca, y nos ofrecen luces privadas que nos llevan a la oscuridad.

lunes, 19 de junio de 2017

Murzara


Igual Amancio Ortega piensa que Murcia está en el sudeste asiático. Aquí hace tanto calor como allí o más. También tenemos personas que ganan un euro a la hora en nuestros campos gracias a unas empresas desaprensivas que los escalavizan. La otra parte de la población, como allá, sobrevive, intentando no caer en las garras de la pobreza y con las costuras de la desigualdad siempre tensas. Asimismo, algunos de nuestros parajes naturales están esquilmados como consecuencia de la contaminación, aunque aquí en vez de teñirse de azul tornan en marrón. E incluso padecemos la erosión y, en ocasiones, daños por inundaciones, compartiendo la primera línea de los más perjudicados por el cambio climático. Allí se caen edificios y aquí ha sucumbido todo el sector de la construcción. Me temo, igualmente, que el AVE tampoco llega a Bangladés, aunque es posible que se inaugure antes allí. Por si fuera poco, tras su donación, Amancio, nos parecemos un poco más pues Bangladés y Murcia comparten ahora el gen colonial. No es que seamos muy nacionalistas aquí en Murcia. Es más, le diré que no nos importaría depender de su metrópoli si el trasvase llevara su nombre. Al fin y al cabo, si se hacen cuentas, igual usted, en su infinita generosidad, ha hecho más por la sanidad en Murcia que el partido que nos partió el corazón y el bolsillo con las transferencias. Aquí lo que anhelamos son grandes empresarios que tomen las decisiones por la ciudadanía, pues ellos saben lo que nos conviene. A qué loco, con camisa de fuerza, se le ocurriría que nosotros podemos escribir el presupuesto regional, elegir nuestro destino y fijar unos impuestos que garanticen la igualdad. Ya ve que esta es una declaración de amor, subordinado y con cierto tufo colonial, pero ya puestos por qué no hacernos el harakiri. Déjese del sudeste asiático y véngase a Murcia, pijo. Le recibiremos con todos los honores, las banderitas y el gran dragón que sacamos en el Entierro de la Sardina. Se llevará una sorpresa cuando baje las escalerillas en San Javier pues a genuflexión nadie nos gana, ni los chinos.
NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 18 de junio de 2017

domingo, 4 de junio de 2017

A la sombra 
Lo intenta, pero cada vez se lo ponían más difícil. Será el último año que aguante con corbata hasta el 40 de mayo. Hace tiempo que cambió las chaquetas, pero sabía que sería penalizado en el trabajo si abandonaba la mortaja. Había descontado ya que este verano aumentaría la protección solar hasta 30, cuando él era reacio siempre a la pegajosa loción e, incluso, al jersey que le protegía en su camino a la playa. De igual forma, había avisado ayer al instalador para ampliar el aire acondicionado a toda la vivienda; donde hace tiempo, tanto como la burbuja, que no se percibía la brisa que le animó a comprarla. Al capataz hace un mes que le telefoneó para que no se cortara a la hora de pinchar en el pozo ilegal para sustraer agua, pues la sequía climatológica y la que padecen los mandatarios murcianos amenazan la supervivencia de su negocio. Eso sí, ya no le daba ningún tipo de impresión inaugurar la temporada de baño. Tampoco temía toparse con algún ser vivo, incluido los inmigrantes, en el Mediterráneo. No echaba de menos los contenedores de colores. Y, por supuesto, le quedaba muy lejos el Amazonas o el hundimiento progresivo de La Manga, por no hablar de Garoña o Chernobil. Al igual que el primo del chismoso de Mariano; él tenía un cuñado que, desde Suiza, le había explicado que el mundo civilizado no podía competir con los chinos y los indios si no se rebajaban las exigencias medio ambientales. Ahora, con EEUU dinamitando el Acuerdo de París; esperaba que España bajara aún más los brazos o sólo los subiera para taparse la nariz. Por el momento, Rajoy no está con sus homólogos, que se los han llevado a la cabeza para mostrar su alarma ante el radiante y rallante Trump. Manda la economía, la producción y el trabajo basura, no sólo medio ambientalmente hablando. Para los que son como él -que está convencido de que el cambio climático no afecta a su vida diaria y de que siempre hay que situarse al sol que más calienta- no habría mayor catástrofe que la política mande sobre la economía. Qué ciudadanos concienciados sean capaces de evitar que algún tecnocrata o truhan dé al botón para salvarnos.
NOS QUEDA LA PALABRA

domingo, 28 de mayo de 2017

Censura

La Comisión Europea censura a España por su alto grado de corrupción. Tantos grados  que no hay latitud que sufra una borrachera cada día, cambiemos o no de embriagadora brújula: Gürtel, Lezo, Púnica, tarjetas black, Pokemon, Noos, etcétera. El Fondo Monetario Internacional censura a España por la moderación salarial porque es contraproducente para sus fondos y, ante todo, los nuestros. La también peligrosa OCDE censura a España porque la austeridad ha prolongado la crisis, abriendo una brecha de desigualdad imposible de cerrar. Nadie nos va a arrebatar la champions de la austeridad por mucho que el árbitro nos anime a levantar el pie. El temible Eurostat censura a España por estar a la cabeza del subempleo y de la precariedad. La izquierdista Cáritas censura a España por los mayúsculos niveles de pobreza o, más bien, desniveles que afectan especialmente a los más jóvenes y a regiones como Murcia. La patronal murciana, que es tan populista como los organismos y organizaciones señalados, censura a España por el castigo presupuestario permanente a la Comunidad de Murcia. Unas cuentas del Gobierno central que consolidan la divergencia al trasvasar el dinero común a aquellas regiones que, paradójicamente, más tienen y siempre reciben. Ciertamente, no hacen falta más censuras, lo que explicaría el silencio de los sindicatos o la desunión y la falta de respuestas de la oposición, que sirven de barrera a nuestros mosqueteros patrios. Guindos blande su espada en Bruselas para intentar derribar a los que duden de la honestidad de los políticos españoles; Montoro dinamita el prestigio de Cáritas y al mismo Papa si se parapeta tras una encíclica; y nuestros diputados populares en el Congreso salen de su escondrijo para defender, uno tras otro, lo bien tratados que, como murcianos, se sienten con el Gobierno central, arremetiendo contra una CROEM a la que sitúan en bando contrario. Toda una película de miedo que estamos condenados a repetir si nos mantenemos como meros espectadores, pasando por taquilla y sin reclamar nunca un cambio de director y de protagonistas…y que conste que yo quería hablar de la maravillosa noche de los museos en toda la Región, con los ciudadanos tomando la calle para disfrutar de su historia y de la cultura.
LA OPINION DE MURCIA / Nos queda la palabra

domingo, 7 de mayo de 2017

De nada

Estoy viendo que al final nos toca pagar por su presencia. Se acercan las vacaciones y, por tanto, las barbacoas multiculturales que normalmente se pagan a escote, como es natural en esas ardorosas fechas. Tres matrimonios de Andalucía, uno de Murcia y otro del País Vasco (a los de Cataluña los hemos vetado) nos juntamos para compartir las clásicas viandas y hacer las no menos habituales señales de humo y sonoras para levantar la envidia entre los vecinos. Hace ya tiempo que la pareja foránea, de más allá de las fronteras del Sureste, goza de cierta indulgencia y nos toca pagar, con gusto, al resto, que podríamos denominar los tontos del bote. Ello no es óbice para que mis entrañables amigos Patxi y Ainhoa no destapen su tarro de las esencias para ponernos los dientes largos con la calidad de la sanidad, la educación y el resto de los servicios públicos en Euskadi, amén de vanagloriarse por la ausencia de los casos de corrupción que florecen en el resto de Hispania. Ya no podrán decir que no están tiznados, pero me temo que este año se troncharán aún más de nosotros tras el acuerdo alcanzado por el PNV con el Gobierno central. Unas concesiones que supondrá el ingreso de 6.000 millones de euros para las arcas vascas en concepto de una menor aportación a la bolsa común y, encima, de un impulso a las inversiones del Estado, pues 3.600 millones destinaremos el resto de los españoles a llevar el AVE al País Vasco. Esto es, pagan menos y reciben más, siendo la Comunidad mejor financiada. Un favor que fue rubricado apenas 12 horas antes de que Soraya asistiera en San Esteban a la toma de posesión de nuestro nuevo presidente, donde del compromiso por escrito sobre los presupuestos, allá en el País Vasco,  pasó a las declaraciones de amor de palabra, acá en Murcia. Un cariño correspondido pues el nuevo titular de Murcia le garantizó que no será “conflictivo”... sin poner ninguna carne en el asador a pesar de ser los peor financiados. Ya saboreo las gambas y sudo con las risas de los vascos…pero lo que no saben los ilusos es que nunca podrán vivir por aquí; que Patxi, que está en ADIF, cumpla su sueño de trabajar en la estación del AVE de Vera tal y como pretendía cuando compraron la casa en esa bella ciudad almeriense, frontera con Murcia y a años luz ambas del ferrocarril y del futuro.

domingo, 30 de abril de 2017

Por herencia
 
No me extraña que el nuevo presidente de la Región de Murcia esté tan interesado en suprimir el Impuesto de Sucesiones. Declarado a sí mismo como hijo putativo del anterior, no es ninguna broma asumir, como heredero, la apabullante deuda de la Comunidad de Murcia, a la cabeza de la lista de los morosos del, afortunadamente, simpar Cristóbal Montoro. Líderes en déficit aunque la inversión o los gastos brillen por su ausencia. Esto es, en un triple mortal hacia atrás y sin manos, los recortes no solo nos provocan terror sino que, además, no logran reducir los, con perdón, números rojos por muchos equilibrios que se hagan. Además de apaleados, cornudos. Desde el 2008, la pobre Murcia ha pasado de una deuda que representaba el 2,68 del PIB a una que ya se come el 29%. Ni los hijos ni el amigo viudo de la Duquesa de Alba pagaron tantas Sucesiones como corre el peligro de soltar el nuevo inquilino de San Esteban. El hombre, que da la impresión de que nunca podrá estar sólo ante el peligro, no sólo quiere aniquilar la tasa sobre las herencias sino que, ya que estamos, ha prometido rebajar todos los impuestos. Trump se nos ha adelantado esta semana decretando la mayor rebaja fiscal para las grandes fortunas y empresas en Estados Unidos, pero nosotros estamos dispuestos también a condonar su contribución tanto en vida como después de muertos. Al fin y al cabo, a quién le interesa que Murcia sea una de las regiones con mayor desigualdad y pobreza o que sufra el deterioro de sus servicios públicos sanitarios, educativos y de atención social. Reducir impuestos es verdad que nos ayuda a marchar antes a la otra vida, pero también convierte cualquier discurso en un testamento y toda persona tiene derecho al lucimiento. Si lo que nos espera es menos redistribución pública de la riqueza, que es el deber fiscal de cualquier administración que sirve al conjunto en vez de a una élite, vamos a tener muy difícil salir del hoyo. Eso sí, siempre habrá plañideros para glosar la ingesta de esos pocos.

domingo, 23 de abril de 2017

Otra ronda
¡Será por dinero! ¡Qué corran y vuelen los euros del erario público al bolsillo del mandatario y partido de turno, con la colaboración de las grandes empresas privadas!  ¡Tomen sin pudor de sanidad, educación, formación o de la dependencia! ¡De la factura eléctrica, gas, agua o combustible! ¡De nuestra nómina o de la exigua bolsa de la compra, no tengan reparo! ¡Recorten y corten las costuras del Estado de Bienestar para hacerse un traje a medida de su ambición! ¡Aprovechen el olvido, la falta de compromiso y la afiliación ciega! ¡A manos llenas! ¡Y no lloren que a nosotros no se nos cae ni una lágrima ni una gota de cabreo, tan sólo las babas! ¡Posadero, otra ronda para los alcaides que a nosotros no nos importa! ¿Verdad que no?,  clama El Quijote en el desierto junto a sus alforjas siempre yermas. El bueno de Mendoza, el bueno,  ha  convertido su pluma en irónica lanza tras recoger el Premio Cervantes; mostrando su perplejidad, temor y descontento por la deriva a la que conducen al mundo las personas supuestamente sensatas, aquellas que nos intentan hacer tragar con ruedas de molino. Dice el autor de “La ciudad de los prodigios” que el manco de Lepanto, que no lo era, demostró que “todo es posible”, certificando que fue un hombre adelantado a unos tiempos, los nuestros, donde los argumentos se retuercen hasta hacernos desear ser jumentos. Hoy es el Día del Libro, sumergido ante tanta pillería ajena e ignorancia propia. Sólo a través de ellos, de sus afiladas hojas, es posible encontrar una realidad paralela, abandonando ésta, para lelos. No lo olviden. Los libros y el teléfono fijo, ambos en peligro de extinción, son nuestra mejor posición quijotesca frente a los monstruos, que más parecen caballerías.

domingo, 9 de abril de 2017

Vía Crucis
I.                   Primera estación. Como sea la de Renfe en Murcia el calvario empieza pronto, aunque al menos no pasaremos del suelo porque no hay peligro de soterramiento.
II.                Segunda estación. Si seguimos con la de autobuses de Murcia el camino se  empina aún más.
III.             Tercera estación. Los presupuestos nos traen contrición, pero no perdemos la esperanza, tal y como se demuestra en cada cita electoral.
IV.             Cuarta estación. La nueva presidenta del PP de Valencia pide “justicia para mi tierra” a Mariano Rajoy tras ser elegida. Nosotros preferimos la fe y el silencio propio de estas fechas, aunque el martirologio se premie después de muerto.
V.                Quinta estación. El presidente del Gobierno comienza a recordar cómo se pronuncia Murcia tras 45 días de amnesia.
VI.             Sexta estación. Percibimos que fuera de Trapería y la Gran Vía hay vida. Tanta vida que, incluso, pretenden resucitar el Mar Menor. Dios les oiga.
VII.          Séptima estación. Agricultores y vecinos unidos por el medio ambiente. Esto sí que es un cambio climático.
VIII.       Octava estación. El que también ha resucitado es Zapatero, que ha dejado el testigo como demonio al tripartito.
IX.             Novena estación. Tripartito no, pero yo no voy a renunciar a la tarta de tres chocolates.
X.                Décima estación. El Papa dice que el mejor ayuno de Cuaresma es pagar salarios justos, en blanco y cotizando a la Seguridad Social, que los mercaderes no entrarán en el reino de los cielos por muchas oraciones y donaciones que realicen.
XI.             Décimo primera estación. Al conflicto de Murcia le ha sucedido el de Gibraltar. Dos temas rocosos, sin duda.
XII.          Décimo segunda estación. Algunos humoristas nacionales exclaman socarronamente que cambian Murcia por Gibraltar. Aquí no hay picardos, pero sí pícaros y picardías y no sólo en Lorca y Abarán.
XIII.       Décimo tercera estación. ¿Será todo postverdad?
XIV.       Décimo cuarta estación. Vacaciones. Amigos, libros, cañas, playa, montaña.
Nos hacen faltas unas vacaciones como Dios, pero no se preocupen que será un mero paréntesis en nuestra apasionante actualidad. A vivir que son dos días, así que bájense en la última.

domingo, 26 de marzo de 2017

Llamémoslo X
Lamento señor Dijsselbloem que tenga atragantados a los países del Sur, un nido de putas y alcohol en sus sabias palabras. Nosotros, para comenzar, también nos atoramos cuando intentamos pronunciar su nombre o comprender su cargo, pues nunca hasta ahora habíamos escuchado entre los Pigs (acrónimo de Portugal, Italia, Grecia y España) que había un Eurogrupo y, por tanto, un director. Somos tan burros que, incluso, algunos de nosotros hemos ido a su país, a la bella Holanda, en busca de marihuana y a contemplar en los escaparates la carne de sus prostitutas cuando, de hacerle caso, no nos habría hecho falta salir de casa. Aquí, en Murcia, tenemos hasta holandeses a los que, ciertamente, se les ha olvidado enseguida su espíritu calvinista. Ya sabe, como diría Weber, si me permite la cita, personas íntegras con un comportamiento racional que no se cansan de rendir en el trabajo y de ahorrar cualquier tipo de gasto. Si por ellos fuera trabajarían de forma incansable para ganar, incluso,  terreno al mar, como la propia Holanda. Siento señor X -déjeme que le llame así para no asfixiarme en este artículo, que me sale de lo más profundo de un gin tonic- que sus compatriotas, a la primera de cambio, se hayan contagiado de nosotros y se comporten, por tanto, como cerdos. Una amiga ha sido testigo de la fiesta de cumpleaños de uno de estos jóvenes impronunciables. El colega se gastó 600 euros en alcohol para celebrar su onomástica, que cerró estrellando sandías en las habitaciones de su piso de estudiante. Ya ve cómo está la juventud. Los jóvenes del sur se mueren de hambre y los de centroeuropa de quemar los euros. Y no es que yo quiera señor X que alguno de nuestros ministros, como el señor Guindos, le suceda en la silla; pues, con toda seguridad, nos sumergiría aún más aún en el alcohol para  ahogar las penas.  No, lo que a las tribus del sur  nos gustaría es que se desterraran los tópicos y, ante todo, se acaben las desigualdades entre la zona vip y los vagones de cola de Europa. A mandar.

domingo, 19 de marzo de 2017


Música maestro

Resultado de imagen de piano de cola wallpaperYa sé que este artículo no traerá cola. No tendrá la repercusión del trascendental debate parlamentario sobre si se corta o no la cola a los perros; que perdió un PP que defendía, como es obvio, el recorte.  Tampoco  supondrá que el piano de cola se instale en las escuelas, tal y como ocurre en los países europeos más avanzados. Hace tiempo que la palabra música no se oye en el Congreso y en el colegio suena con sordina. Oídos sordos hicieron también las autoridades regionales a la clausura en el Auditorio de Murcia de las jornadas 'Una educación para el siglo XXI. Miradas desde las ciencias y las artes', que tuvo como broche de oro un concierto de la Orquesta Sinfónica. Ni un solo miembro del Gobierno regional quiso acompañar a los cientos de profesores de la escuela pública que abarrotaron la sala, aunque sus voces sonaran como desde la clandestinidad pues en esta edición la música ha sido su principal reivindicación. Con voz clara y con la más acertada interpretación, los docentes aportaron una partitura mágica no sólo para mejorar los resultados académicos sino para -aparte de su también apreciable carácter terapéutico- formar mujeres y hombres libres: potenciar la música, las artes y la cultura. Esa fórmula ya la conocen en la anhelada Finlandia y en los países que encabezan el informe Pisa, donde la enseñanza de la música ocupa un lugar preferente, con dotación de aulas e instrumentos a disposición de todos los alumnos.  Estudiantes de la pública. “Una escuela pública inclusiva, integradora, que asegure la igualdad de oportunidades para todos y un currículo que contemple la enseñanza de la música en todos los cursos de educación infantil, primaria y secundaria”, en palabras de nuestros maestros más comprometidos, que suenan a sinfonía celestial. Está claro que nuestros directores de orquesta, nuestros mandatarios, no están dispuestos a coger la batuta para incentivar la cultura, el pensamiento crítico, entre los más jóvenes. Ni siquiera se preocupan en preservar nuestro Auditorio o nuestra Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia. Sería un réquiem para ellos, pero lo que no podrán acallar ni hacernos olvidar es que la música ha acompañado a las mujeres y hombres en todas las primaveras. Nos queda la palabra...y también la música.
NOS QUEDA LA PALABRA. La Opinión de Murcia.