domingo, 4 de junio de 2017

A la sombra 
Lo intenta, pero cada vez se lo ponían más difícil. Será el último año que aguante con corbata hasta el 40 de mayo. Hace tiempo que cambió las chaquetas, pero sabía que sería penalizado en el trabajo si abandonaba la mortaja. Había descontado ya que este verano aumentaría la protección solar hasta 30, cuando él era reacio siempre a la pegajosa loción e, incluso, al jersey que le protegía en su camino a la playa. De igual forma, había avisado ayer al instalador para ampliar el aire acondicionado a toda la vivienda; donde hace tiempo, tanto como la burbuja, que no se percibía la brisa que le animó a comprarla. Al capataz hace un mes que le telefoneó para que no se cortara a la hora de pinchar en el pozo ilegal para sustraer agua, pues la sequía climatológica y la que padecen los mandatarios murcianos amenazan la supervivencia de su negocio. Eso sí, ya no le daba ningún tipo de impresión inaugurar la temporada de baño. Tampoco temía toparse con algún ser vivo, incluido los inmigrantes, en el Mediterráneo. No echaba de menos los contenedores de colores. Y, por supuesto, le quedaba muy lejos el Amazonas o el hundimiento progresivo de La Manga, por no hablar de Garoña o Chernobil. Al igual que el primo del chismoso de Mariano; él tenía un cuñado que, desde Suiza, le había explicado que el mundo civilizado no podía competir con los chinos y los indios si no se rebajaban las exigencias medio ambientales. Ahora, con EEUU dinamitando el Acuerdo de París; esperaba que España bajara aún más los brazos o sólo los subiera para taparse la nariz. Por el momento, Rajoy no está con sus homólogos, que se los han llevado a la cabeza para mostrar su alarma ante el radiante y rallante Trump. Manda la economía, la producción y el trabajo basura, no sólo medio ambientalmente hablando. Para los que son como él -que está convencido de que el cambio climático no afecta a su vida diaria y de que siempre hay que situarse al sol que más calienta- no habría mayor catástrofe que la política mande sobre la economía. Qué ciudadanos concienciados sean capaces de evitar que algún tecnocrata o truhan dé al botón para salvarnos.
NOS QUEDA LA PALABRA

No hay comentarios:

Publicar un comentario