martes, 25 de septiembre de 2012


ALGO PERSONAL

No son tiempos para la lírica. De hecho, la “Señora” de Serrat o la “Princesa” de Sabina ni proceden ni nunca han dormitado en el parnaso de los modernistas, donde la poesía era un fin en sí mismo. Allá, es verdad, nunca han anidado estos dos pájaros, siempre volando a ras del suelo para “cantar” las injusticias. Con un espectáculo intachable y aún con la vida puesta en cada una de las canciones, en Murcia volaron demasiado alto, sin visos de contraatacar, como reza su gira, al desmantelamiento que está sufriendo el Estado de Bienestar. Con un “Para la libertad” que sonó al final, los abundantes diálogos giraron, preferentemente, en torno a “quién la tiene más grande”. Sin caer en la cuenta, espero, que su público no sólo disfrutamos con su música, letras, “saber estar” y sus bien traídos chistes o su increíble puesta en escena con esas luces cegadoras. Deseamos también que fuera algo más que un concierto, un compromiso, una voz en el desierto murciano. Un aliento contra el iceberg del mercado. Nos lo pasamos bien, pero a veces pensé que igual habría sido mejor que hubiera llovido para resguardar intacto el aprecio a estas dos voces críticas que, al parecer, sólo nos es posible escuchar y leer fuera del escenario. Por muchos años.




Bien domados

“Salir del zoo ha sido nuestra mejor decisión”, expresa el decepcionado león de “Madagascar” a los pocos minutos de reencontrarse con la jaula que tanto había añorado. Los muros interiores, si no se tiene la desbordante imaginación de Santa Teresa o Fray Luis, son los más difíciles de superar. Con el día a día, que nos deja sin respiro en la agenda, y la certeza, cada vez más extendida, de que se vive mejor en la ignorancia, no hay quien nos despegue de nuestro corralito, con la cabeza gacha. Mal informados y ayunos de cualquier voluntad de cambio, la vida se escribe sin percibir las injusticias que nos rodean y sin, por supuesto, intentar añadir una coma. Antes al contrario, ya es habitual jactarse de no leer el periódico o de no estar interesado en la política, sin que sea óbice para expresar la ya conocida letanía de “todos los políticos son iguales”. Sin un ápice de compromiso propio, el error se percibe cuando, fuera de tus fronteras interiores y geográficas, descubres que estás domado. Afortunadamente, nuestro león se rebela. Elige ser libre y afrontar, con criterio propio, los peligros y sinsabores de este circo que es la vida. Alegre por ser, no por simplemente estar.

jueves, 13 de septiembre de 2012



Menos es más
El nuevo curso es minimalista.. Aunque el “menos es más” aún es una fórmula que ni la física cuántica sabe resolver, tenemos a nuestros maestros particulares que interpretan que a mayor recorte mejor para la calidad de la enseñanza. Dotados para la retórica y la tijera, nos convencen de que - a pesar del aumento de alumnos- un menor número de profesores, personas de refuerzo para atender a la diversidad o niños con problemas, comedores, rutas de transporte, becas, bonolibros, material escolar o ciudadanía no sólo es negativo sino que nos retrotrae a tiempos felices en los que los niños sonreían formando un círculo alrededor del instructor. Un círculo del que sólo salían los más fuertes económicamente, formados en el espíritu nacional para liderar nuestra patria. Hay fórmulas que sí están claras: a menos dinero para los colegios públicos más para los colegios privados. En Murcia, tierra de trasvases, los dos colegios privados que discriminan por sexos se llevan los 4 millones de euros que costaría la gratuidad de los libros en toda primaria y secundaria. A más recortes o copago, mayor dificultad para acceder a la educación o, lo que es lo mismo, menor igualdad de oportunidades, que es la base ideológica sobre la que se sustenta su hoja de ruta. Pues siguiendo sus cánones, el de la contradicción permanente, las reformas se convierten en contrarreformas.

martes, 4 de septiembre de 2012


Fundido en negro
Por mucho que me contemplaba en el espejo no me reconocía. Me acosté repasando con mi hija los 40 años de retroceso de Franco y me levanté como si fuese el primer hombre sobre la tierra, punto de partida de la historia. Si no estuviera viendo el periódico que dejé ayer encima del lavabo, con la Virgen en fiestas compartiendo portada con las declaraciones de un obispo defendiendo la separación educativa de niños y niñas, diría que la humanidad empezaba ahora. Miré de reojo la fecha del diario y, efectivamente, terminaba agosto de 2012, el más caliente de la última década, incendio tras incendio aventado por los recortes de la crisis. ¡Ah de aquellos tiempos prehistóricos!, que diría Rousseau para recordar la comunión perfecta de la naturaleza y del hombre, sin predicadores y con las páginas en blanco donde ir escribiendo las múltiples revoluciones que mejoraron nuestra condición. Abrí la ventana para comprobar, como mis antepasados, que había salido el sol. Que hoy, como cualquier otro día, puede ser el momento de frenar la vuelta atrás que está borrando los renglones de libertad mejor escritos, sumiéndonos en el oscurantismo.