jueves, 10 de abril de 2014



Aire fresco
Aunque sea tímidamente, como el amor callado de los adolescentes, aún hay días primaverales, donde amigas como Loren, que no es morena ni rubia, disfrutan con la victoria de su Atlético, que no es blanco ni blaugrana. Y otros lo hacemos con la renovación en la Universidad de Murcia a cargo de Orihuela, que no es ni Murcia ni Madrid. En unos tiempos en los que el único cambio que nos permiten es el climatológico, que nos hurta la primavera, rebrotan flores salvajes en medio del paramo. Bienvenida esta estación tan mínima en Murcia como cualquier signo que se aleja de la oscura mayoría. En la dichosa jornada, el verde del campus y del campo tomaron una tonalidad de esperanza, lejos del monocorde juego que siempre impone sus reglas. Lástima que en la “champions” regional no se proyecte ningún haz de luz sino el agostamiento prematuro propio de nuestra tierra en las últimas décadas. Es de necios pensar que del tronco seco que constituye nuestro árbol de Guernica nazca algún brote verde. A los primeros recortes del zapatero prodigioso, más recordado que el protagonista de la obra de Lorca, le ha seguido la poda absoluta y el arranque de todas las raíces que le mantenían unido al resto de los mortales, uniéndose una y otra mayoría en la quema. El agosto permanente, asfixiante y cansino de nuestro tiempo político regional nos condena al letargo de los vegetales, salvo cuando, por algún resquicio, se cuela el aire fresco.
NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 10 de abril de 2014

miércoles, 9 de abril de 2014

Pura lógica
Me cuenta Marina que la lógica se le atraganta a sus compañeros de bachillerato, cuyas pisadas corren el peligro de parecerse a las nuestras. Lógica es que Pau Gasol tenga vértigo, más liviano que el que sufre una caída mareante en su nivel de vida. Lógico es que Montoro apoye el incumplimiento flagrante de la gestión de sus correligionarios y acalle con sordina y sorna los alaridos de los que menos tienen. A unos les ofrece la mano y a los otros se la estampa en su pobre carita. Es lógico que nuestros gobernantes, que no levantan cabeza para vigilar su silla, no vean el paisaje de pobreza, con los dependientes y perceptores de renta social en extinción; con las aulas abarrotadas y los centros de salud u hospitales en la UVI por cierre vespertino o total; y con el desempleo afanándose en progresar. Y, todo ello, mientras el déficit se desboca y siembra, sobre los aeropuertos y autopistas vacías, más víctimas. Empujan al vacío al Estado de Bienestar y el sacrificio tan sólo sirve para despertar el apetito del insaciable San Déficit. Encima, los sumos sacerdotes, expertos en restar, se apuntan como éxito insustanciales descensos del paro producidos por la huida de los infieles o por la proliferación de valientes que, haciéndose el harakiri, deciden ser autónomos. Lo lógico es pensar que el desmoronamiento de los derechos responde a un objetivo, que no es precisamente el bien común porque una cosa no puede ser su contraria, dixit Aristóteles.

jueves, 3 de abril de 2014

Camina o revienta
Filípides recorrió en realidad 225 kilómetros para pedir refuerzos, aunque lo que quedó en la memoria colectiva es que “sólo” fueron 42,2 kilómetros desde Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria persa, quizá por la escritura interesada de algún periodista de la época. En cualquier caso, hizo un montón de kilómetros por un motivo. Creo que hasta el pobre idiota de Forrest Gump se pegaba unos palizones tremendos por una causa. Un filósofo más cercano, como Punset, reconoce el mérito del ya imprescindible footing, running o jogging (en inglés engorda más el ego), pero también advierte que hay que ejercitar la mente. Yo, que sólo soy un observador y miope, diría que antes de nada hay que preservar la condición humana y unos servicios básicos, de la que carecen, por encontrarse en situación de pobreza, 13 millones de personas en España, según las cifras revolucionarias que dio ayer a conocer Caritas. A mí me sonrojó que, como cada domingo, el móvil y el ordenador se me llenara de mensajes con la carrera popular del día -exhibiendo cronómetro, tensiómetro y zapatillas de diseño- sin que ninguno de ellos participara en la marcha del día anterior, cuyos participantes no buscaban adelgazar sino dignidad. Unos, que se creen eternos, gozan de prestigio, mientras a los otros, a los que la sociedad y los medios consideran desarrapados por reclamar pan, trabajo y un techo, no cesan de ponerles obstáculos. Ya sé que no es incompatible, pero no son pocos los que equivocan las metas.

NOS QUEDA LA PALABRA / Publicado en La Opinión de Murcia el 28 de marzo de 2014.