Por un plan de empleo
En un mundo que, más que
nunca, es un pañuelo, sobresaltado no sólo por lo que ocurra en Atenas,
Bruselas o Berlín sino también por la aparición de China e India y, por
supuesto, la omnipresencia de Estados Unidos; Murcia es una minúscula
gota de agua. En esa gotita, sin embargo, se encierra el universo, sus
miserias y alegrías e, incluso, podría encontrarse, en algún momento,
vida inteligente. Globalizados y pendientes de la gran economía, quizá
sea hora de unir los esfuerzos y voces para luchar contra nuestra
principal lacra: el desempleo. En medio de la vorágine de primas,
bolsas, eurobonos, rescates a la banca y demás palabrejas -hurtadas al
común de los mortales hasta que los mercaderes nos han obligado a pagar
la cuenta de sus desmanes- surge el gran monolito del paro. ¿Es tan
complicado que Murcia apruebe un plan de empleo fruto del consenso? Eso
sí sería "no tipycal".