sábado, 11 de octubre de 2014

Stop
 
Hasta la luna parecía ennegrecer conforme se acercaba. Llevaba tiempo siguiendo los carteles con la indicación de España y ni siquiera sabía si su vehículo pisaba ya suelo ibérico, pues hasta las líneas divisorias se habían decolorado, oscurecido. Esperaba ansioso poder practicar el idioma, que la radio sintonizara algún programa en español, aunque sabía que, en principio, se tendría que conformar con el catalán.  Conocía que aquella región aspiraba a convertirse en Estado y calculó que su viaje se alargaría y complicaría aún más si tuviera que cruzar, declarar y pasar una aduana. “Un retraso”, pensó mientras movía el dial. De pronto, la palabra ébola, que no entiende de fronteras ni es preciso traducir, fue escupida por los altavoces, repicando que el mortal virus había entrado en Europa de la mano de España. Quiso escuchar al presidente del Gobierno o a la ministra de Sanidad, como hubiera ocurrido en cualquier otro país, pero las únicas voces que oyó fueron las de los técnicos titubeantes y profesionales de la medicina que aseguraban que habían fallado todos los controles. “Dónde está la voz de los responsables políticos que transmitan tranquilidad, quizá aislada, incomunicada”, se preguntó mientras se contagiaba del clima de angustia que estremecía a toda España. Suspiró una vez que la noticia de apertura dio paso a otra sobre un posible fraude de toda la cúpula directiva de una de las principales entidades financieras españolas. Había leído algo sobre el rescate bancario que ahoga a los países mediterráneos, pero nunca creyó que el dinero se fuera a utilizar para engrosar los caprichos de sus directivos. “Visa black”, ya entendía.  También se esforzó por comprender la siguiente mala nueva, que hacía referencia al arresto de seis policías en Cartagena por el presunto asesinato de un vecino que les pidió ayuda. No podía más, ya no se vislumbraba si había luna llena o no…en la próxima salida daría la vuelta, justo cuando todas las emisoras desconectaban para retransmitir un partido de fútbol. Nunca pensó que los cursos a distancia de idiomas fuesen tan convenientes.
NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 11 de octubre.

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