sábado, 2 de febrero de 2019

Yoduro de plata

Ahora que tenemos pista libre, igual sería interesante experimentar la posibilidad de utilizar avionetas que, cargadas de yoduro de playa, provoquen o impidan la lluvia a nuestro antojo. En la tecnológica Corea del Sur ya han hecho despegar una primera aeronave para, a base de cañonazos, estimular la lluvia sobre la contaminada Seúl. Allí lo tienen más fácil porque son más innovadores, pero más peligroso también porque igual los disparos, además de excitar a las nubes, despiertan al vecino, el amigo Kim Jong-un. Sin necesidad de rogativas ni de procesiones, tendríamos en nuestra mano la posibilidad de, antes del amanecer, dar un riego a nuestros campos, tanto de Cartagena como del resto de la Región. Una vez saliera Lorenzo, nuestro adorado sol, haríamos desaparecer la lluvia para regocijo de los millones de turistas que esperamos, con los brazos y los bolsillos abiertos, una vez que Murcia se convierta en el destino internacional más anhelado. De esta forma, no sólo daríamos uso al flamante aeropuerto de Murcia -avioneta llueve avioneta escampa- sino que atenderíamos a nuestros dos sectores económicos por excelencia: agroalimentario y turístico. Amén de dejar en paz a todo el santoral, cuya credibilidad está muy dañada con los graves episodios de sequía que padecemos. Imagínense disolver cualquier preocupación con respecto a las precipitaciones en la cabecera del Tajo o las crecidas en el Ebro. Ya no habría problemas de trasvases cero, ni uno ni dos ni tres…pues tendríamos riego programado a tutiplén, ahorrándonos por ello cientos y cientos de páginas de periódico y hasta la otra avioneta que, cada verano, sobrevuela nuestras cabezas del Sindicato Central de Regantes. Por si ello fuera poco, nos convertiríamos en el plató de todas las películas con paisaje tropical. Un microclima selvático y otro desértico, a elegir. Hasta en un rincón podríamos reproducir las maravillosas Galicia o Asturías, donde iríamos con nuestros congéneres los domingos a mostrarles el líquido elemento. ¿Quieren más? La Patrulla Aguila incorporaría una aeronave que, expandiendo lluvia, formaría un arco iris con la bandera de España, que igual les resulta el argumento definitivo. Coincidirán conmigo en que el futuro es el yoduro de plata y, qué yo sepa, nadie aún nos lo ha prometido. 
NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia

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