miércoles, 7 de noviembre de 2012


Qué penitencia
En el presupuesto de 2013 sobran las palabras, nunca mejor dicho. En capítulos, divididos por números romanos como el vía crucis, el presupuesto regional de Murcia busca nuestra resurrección empujándonos a la vida eterna. Nacen con el objetivo de aumentar el desempleo “sólo” hasta el 30,1%. Para cumplir ese fin, el Servicio de Empleo y Formación ve reducido su presupuesto un 45% y los programas de economía social caen otros dos dígitos. Y, por supuesto, no hay visos de ningún tipo de plan de empleo. Habría que ser un “obama” para situar el empleo entre sus prioridades, cuando en Estados Unidos no llega al 8%. Eso es que no está acostumbrado o que hace honor a la mascota del partido demócrata.  Plantea, incluso, medidas de estímulo y de inversión pública para generar riqueza y empleo. ¿De dónde habrá salido que hasta está intentando poner en pie una Seguridad Social igual a la que había en España antes de los recortes porque resulta que su sistema privado no es universal y es más costoso? Aquí, en nuestra Murcia del alma, lo único que priman son las “tasas para todos”, con independencia del nivel de ingresos, adoptando como primer mandamiento “más impuestos y menos servicios públicos”.  Un ayuno obligatorio para cumplir con “san déficit” que ya están probando nuestros hermanos griegos y portugueses con gran éxito porque, efectivamente, cada vez están más cerca del cielo.

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