miércoles, 8 de julio de 2015

Son gigantes

Bienvenido a mi mundo amigo Sánchez. Me alegro que la lectura de los programas electorales y de las encíclicas papales, más el trastabillo que recibiste en la última lid en el campo de batalla de los municipios y de tu autonomía, te hayan sido tan provechosos como a mí el disfrute de los libros de caballerías. Has tenido que caerte del burro, empujado por los queOS  creías enemigos, para armarte de valor y compartir ahora el reto de vencer a la cruda realidad para dar a luz a los mejores ideales. Mira ahora conmigo la inmensidad de esos gigantes, embrutecidos por el desprecio de los que son tus correligionarios. El que se llama pobreza apenas tiene dientes, pero refleja nuestro peor rostro y triste figura; observa el que se denomina desigualdad, cuyos efectos amenazan todo nuestro Estado de Bienestar; y no te digo yo el que, al grito de corrupción, se revuelve con furia para acabar con los cimientos de la democracia. Enfúndate de este yelmo y toma prestada mi espada mientras yo mantengo en alza la lanza. No tenemos más armas ni adargas, pues las alforjas no sólo están vacías sino roídas por las deudas. Soy consciente de lo difícil que es para un diestro empuñar la izquierda, difícil y peligroso a ojos de la religión, pero  merece la pena el esfuerzo si te espera el reconocimiento y el amor de nuestras dulcineas. Desecha de una vez los refranes populares y abre la mente a nuevas aventuras y andanzas, amigo Sánchez. En este lugar de Murcia, donde nos cubre una inmensa mancha, la ilusión y la voluntad de cambio es suficiente para iniciar el camino. Nuestro enemigo es el duro día a día, pertrechado con el olvido y menosprecio que siempre ha sufrido esta tierra, pero seremos capaces de levantarnos una y mil veces si lo que nos mueve es el bien común, no el interés particular de los que bien conoces.
NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 6 de julio de 2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario