NOS QUEDA LA
PALABRA
Resalada
No hay mayor fe que la de los conversos. No una sino hasta tres
desaladoras estaba pensando construir nuestro Gobierno regional. El mismo que
atizaba contra el agua desalada como un poseso. Pues eso, agua desmayada la
llamaban hasta que un día, abducidos, pasaron a amar el agua salada como si
fuera de vichy. Tanto tanto que proyectaron su propia desaladora, y otras dos
que afortunadamente no vieron la luz, con agua no desmayada sino doblemente
muerta porque se pinchó en lo más contaminado de Escombreras y porque su
viabilidad era nula. Aquello no iba a flotar económicamente ni aunque saliera
petróleo. El que sí pescó fue el amigo Florentino, que echó un anzuelo sobre
los murcianos que está a punto de atragantarnos, de dejarnos sin vida. Porque
la desaladora de Murcia, la buena que no las de Narbona, la que nos proporciona
el agua que necesitábamos, aunque es incapaz de cumplir cualquier tipo de
previsión en el suministro planificado, tuvo un coste de 100 millones de euros,
que traducido a murciano se eleva a cerca de 600 millones. Al final no
encontraron petróleo sino oro que se extrae de nuestros bolsillos. Nos deja sin
blanca cuando, paradójicamente, sirve para engrosar el bolsillo de, entre otros
espabilados, Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid. Alégrense, por
tanto, si el equipo blanco, que pueden considerar prácticamente suyo, gana la
Champions o si a Ronaldo le suben su modesto sueldo, algo superior a la media
salarial en la Región de Murcia. Los mejores fichajes de Florentino, sin duda,
son Murcia y el Castor, el almacén de gas que también estamos pagando todos,
incluidos los murcianos, porque hubo que cerrarlo, tras una indemnización de
1.350 millones de euros, al provocar temblores de tierra. Digo yo, que al menos
que tenemos que tragar con la desaladora y con el Castor, que son como la sal
sobre nuestro herido presupuesto, que sortee entre nosotros una entradita para
la final. Ya la estamos pagando más cara que en la más terrorífica reventa y prometemos
no llevar la estelada.
Publicado en La Opinión de Murcia el 22 de mayo.
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