sábado, 10 de noviembre de 2018

Contra el olvido

En la misma semana en que la empresa Grifolls descubre una fórmula para ralentizar el crecimiento del alzhéimer, sus trabajadores de Murcia se ponen en huelga porque se sienten olvidados. El mega laboratorio farmacéutico paga un 40% más a sus trabajadores de Barcelona que a los de Murcia, condenándolos a la enfermedad de la indigencia. Bien es verdad que, más o menos, esa es la diferencia que, en todos los sentidos, aleja a las Ramblas de Trapería, convirtiendo la guerra de las banderas en un placebo señuelo para ocultar los problemas reales. Y no menos cierto es que nuestra región no sólo está relegada por Grifolls sino que lo está por el conjunto de las instituciones nacionales y, ya puestos, multinacionales. De hecho, la Comunidad murciana está a la cola en salarios, la quinta con los emolumentos más bajos: 205 euros mensuales por debajo de la media. También lo está en pensiones y en niveles de pobreza. En lo que sí está a la cabeza es en investigaciones como la del alzhéimer, con un Banco de Cerebros único, especializado en patologías neurológicas, y con profesionales de la talla de Carmen Antúnez. Una labor diaria y callada de los investigadores y de las asociaciones de familiares y afectados que sitúan a Murcia como un ejemplo en el avance contra la terrible enfermedad. Más valdría que tanto Grifols como el resto de los que nos gobiernan, incluidos los próceres murcianos, miraran un poco más a este rincón del Sureste si quieren conocer el modelo para afrontar con éxito el reto que supone enfrentarse a la demencia: solidaridad y trabajo contra los elementos. A todos los que nos ponen piedras en el camino debemos agradecerles, finalmente, que nos obliguen a devanarnos los sesos para no caer en la oscuridad, por lo que tenemos garantizada larga vida.

NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 10 de noviembre de 2018

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