Estamos hundidos
Los mismos que, para justificar un recorte chino en
tus libertades o en tus salarios, se escudan en la globalización son los que
ahora, a pecho descubierto, se encogen de hombros para mostrar su indiferencia
por el triunfo de Trump. Te esgrimen el célebre relato de la mariposa cuyo
aleteo desde Pekín deja tiritando tus derechos, pero a ellos no se les altera
un pelo del aznariano bigote por la noticia que heló el mundo en el no menos
famoso martes de noviembre…que ríete de halloween. A mí no me va a afectar el
bolsillo, resumen. No caen en la cuenta, que es lo único que les importa, que
la victoria del susobicho certifica la teoría del caos que encarna el
lepidóptero. El efecto mariposa es el cambio que se origina en un sistema
dinámico de caos, como el que vivimos. Y menudo mariposón nos ha caído encima.
Esperemos que no se convierta en efecto dominó sobre nuestras democracias
occidentales, pues hasta perderíamos París. Tal ha sido el temblor ocasionado
que -aprovechando las circunstancias y que en algunos temas estamos curados de
espanto- ADIF ha comunicado a una vecina murciana que nos vayamos olvidando del
soterramiento y quizá del propio AVE que, como tal, puede ver alterado su vuelo
por el de la jodida mariposita. Por el contrario, si los americanos se empeñan,
y no hay mayor norteamericano que Trump a pesar de su procedencia, la negación
del cambio climático y de cualquier tipo de contaminación sobre nuestro planeta
supondrá la inmediata regeneración del Mar Menor y la salvación de La Manga.
Además, gracias a que abortará los primeros pasos de una sanidad para todos en
Estados Unidos es probable que recibamos más turistas de aquellas latitudes
buscando nuestra atención hospitalaria. Atención que nosotros vamos a necesitar
cada vez menos porque, al cerrar las fronteras de su gran nación, tendremos que
comernos las frutas y hortalizas que ahora les vendemos. Y aún mejor, si rompe
los acuerdos nucleares con Irán o decide apretar el botón nos iremos todos a la
mierda, que es lo que han votado allá y, como fieles aliados, aquí nos
tragaremos. Qué aproveche, especialmente a aquellos que se alegran o justifican
este menú único.
NOS QUEDA LA
PALABRA / La Opinión de Murcia 13 de noviembre de 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario