sábado, 6 de octubre de 2018

Woman


 “Loco, tu mujer es una perra, una diabla”…más de 10 millones de visitas en Youtube que demuestran que las moscas tienen razón. Hasta 63 millones de votos entronaron a Trump al frente del, supuestamente, país más avanzado con frases como “las mujeres son objetos estéticamente agradables”. Ayer mismo, el Senado yanqui dio vía libre a la mano derecha del misógino, Brett Kavanaugh, para ocupar una plaza en el Tribunal Supremo aunque está acusado de cuatro violaciones durante sus estudios en un prestigioso y muy católico centro privado. Este pajarito, que consideraba también a su sexo contrario meros objetos de desahogo, permitirá al villano eludir todo tipo de juicios por corrupción, violación y maltrato. Aquí, en España, no le haría falta tal defensor a tenor de la formación, el carácter y el saber estar de algunos miembros de la judicatura. Con el voto particular que permitió la vergüenza en la sentencia de “La Manada” como pistoletazo de salida, hemos conocido jueces que dejan libre a acusados doblemente de violencia doméstica, como ha sido el último caso en Castellón, con el resultado ya conocido: las dos hijas asesinadas por el padre. Más reciente aún es el vergonzoso vídeo en el que un juez llama “bicho” e “hija puta” a una víctima de violencia de género. El tal Kavanaugh podría, por tanto, formar parte de nuestra más vergonzosa judicatura, aquella que nos hace ver como la mejor medida de Pedro Sánchez la de reforzar la formación del poder judicial en el ámbito de la violencia machista. Con el permiso de los pensionistas, habrá que convenir que el movimiento feminista, que el despertar de las mujeres, es lo mejor que nos está ocurriendo en este siglo, aunque aún sea insuficiente para que, de forma inexplicable, la sociedad elija a energúmenos a su frente. Mañana habrá elecciones en Brasil -donde Lula da Silva está en la cárcel tras luchar contra la desigualdad social- con el ultraderechista Jair Bolsonaro como favorito. Racista, dictador, homófobo y, por supuesto machista: “Tengo cinco hijos. Cuatro varones y en la última ya tuve un momento de debilidad y salió niña”. Más de dos acusaciones de violencia machista en la tarde del martes en una ciudad como Murcia…a mí que no me llamen loco.


NOS QUEDA LA PALABRA / La Opinión de Murcia 

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