miércoles, 19 de diciembre de 2012


Matasanos
Adictos a las tragaperras y como buenos discípulos al servicio del atractivo Adelson, al que se perdonarán más de 3.200 millones de euros en impuestos que debería pagar por Eurovegas, el  equipo médico habitual amputará, como cada viernes, lo poco que queda sano del Estado de Bienestar, colocando una ranura en su lugar para el “inser coint”.  Nos recetan arsénico para acabar con unos servicios públicos sostenidos por todos; imponiéndonos el repago y, si es necesario, el auxilio, mediante el correctivo del IRPF y del IVA, a los que más salud tienen o se evaden de su responsabilidad. Hagan juego, que la banca siempre gana y, algunas, como las de Eurovegas, ya nacen trucadas. Y si pierden, como lo hacen los hospitales privatizados, aquí estamos para salvarlos con dinero público. “Insert coin” se impone en esta Navidad multicolor, del blanco de los sanitarios al más oscuro de las togas y el variado de los birretes o el verde de la educación, sin olvidar los tonos cromáticos vivos que genera el enojo del conjunto de la ciudadanía. Gracias a este alud de protestas no son unas navidades negras, en las que ni siquiera quede la esperanza de que, por Navidad, vuelva a casa, a nuestro país, la racionalidad. Los cirujanos que nos gobiernan, tan hábiles con el bisturí, creen llevar la razón, pero adonde nos llevan es al encefalograma plano.

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