viernes, 3 de enero de 2014


¿Es el enemigo?
“Es el enemigo, qué quería desde aquí, desde la trinchera del Estado de Bienestar, decirle una cosa…qué estamos en Navidad y a ver si fuese posible que hoy cesasen las hostilidades y no celebraran ustedes el Consejo de Ministros…verá usted es que nos han bombardeado a los veteranos, condenándoles a una pensión que disminuirá aún más conforme vayan cumpliendo batallas; a los adultos de la reserva también los tienen dinamitados sin rancho y sin subsistencias tras la escabechina que ha causado la reforma laboral; a nuestros soldados jóvenes no hay quién les pare en la frontera por su inacción, no quieren saber ya nada de nosotros; a los niños nos han obligado a instruirlos para que primen lo material sobre lo ideal, para que sean como ustedes; y, por si fuera poco, hasta a los no nacidos les están tocando ustedes las narices, condenándoles a una existencia indeseada”.  ”Perdóneme, que no he acabado, también tenemos destrozadas todas nuestras columnas vertebrales, como son la educación, la sanidad y la atención social a los heridos que más lo necesitan”. “Si ya sé que ustedes se deben a quien se deben, pero miren a ver si es posible una tregua…y después de estas fiestas pues sacan ustedes el camión botijo para reprimirnos, los tarifazos, las leyes mordazas, el tasazo en la justicia y el resto de balas que tienen en la recámara…pero como diría su comandante, siempre tan locuaz y certero, la Navidad es la Navidad”.

NOS QUEDA LA PALABRA / 27 de diciembre de 2013 en La Opinión

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